A lo largo del año académico, el Plan Lector ha sido uno de los pilares fundamentales en la formación integral de nuestros estudiantes. Más allá de ser una estrategia pedagógica, ha sido una experiencia viva de encuentro con la palabra, la imaginación y el pensamiento crítico.
Desde las primeras semanas, nuestras aulas se llenaron de historias, personajes, reflexiones y debates. Cada libro leído fue una ventana abierta a nuevos mundos, una oportunidad para descubrir emociones, comprender otras realidades y desarrollar el gusto por la lectura como hábito transformador. Gracias al trabajo conjunto entre docentes, estudiantes y familias, logramos consolidar espacios de lectura significativa tanto dentro como fuera del aula.
Los talleres, círculos de lectura, dramatizaciones y actividades creativas realizadas durante el año permitieron que nuestros estudiantes no solo comprendieran los textos, sino que también se apropiaran de ellos, expresando sus opiniones con libertad y sensibilidad. La lectura se convirtió así en un acto compartido, en una forma de crecer juntos.
El Plan Lector no termina con el cierre del año escolar; al contrario, deja sembrada una semilla que seguirá dando frutos en la mente y el corazón de nuestros estudiantes. Agradecemos a toda la comunidad educativa por el compromiso y la dedicación con los que hicieron posible esta enriquecedora experiencia.
Sigamos leyendo, sigamos creciendo.